La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud de Marianella et Guillaume!

La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud
de Marianella & Guillaume!

jeudi 17 février 2011

PERU/PEROU : Última visita en Perú: la ciudad de PUNO y las Islas flotantes de Uros / Dernière visite au Pérou: la ville de Puno et les îles flotantes d’Uros.


EN ESPAÑOL:

Salimos de Cuzco con nuestros morrales al principio de la tarde, contentos de irnos de esa ciudad en la que tuvimos tantos dolores de cabeza y contentos a la vez por haber visitado finalmente un lugar tan único como Machu Picchu.

Directo al terminal para tomar un bus que nos llevaría a la ciudad de Puno durante la noche. Llegamos alrededor de las 6 a.m. del día siguiente y de inmediato reflexionamos acerca de lo que haríamos  durante la mañana porque el bus para Copacabana – Bolivia salía a las 2:30 p.m.

La solución perfecta era hacer nuestra primera visita al Lago Titicaca del lado peruano, cuyo muelle de embarque se encuentra  justo al lado del terminal de buses de Puno, y así además de conocer por primera vez el Lago, visitar las islas flotantes de Uros a las que le hacen tanta publicidad.

Pffff, …. De cierto modo ocupamos la mañana en hacer algo pero realmente lo que vimos era súper feo. Puno es horrible. Las calles son de tierra y no hay nada interesante que ver. El Lago huele súper mal, tiene un olor fuerte como al del  agua estancada, hay muchos desperdicios que flotan en el agua y las famosas islas flotantes de Uros son un embarque TOTAL!!!! Tomamos un mini tour que sale del terminal por 20 soles cada uno (además de pagar la entrada en el muelle) y básicamente de las 3 islas que proponen conocer sólo te llevan a dos siendo la segunda el descaro más grande que se puedan imaginar! Las islas son extra pequeñas (de 30 metros de largo más o menos por lo mismo de ancho) y en la primera todo está hecho para recibir al turista que ellos creen que es tonto. Tienen miniaturas de una casa, de una totora (embarcación hecha en paja), de unos hombrecitos y explican algunas cosas acerca de la construcción de las casas para que al final el tomes fotos y puedas pasar a las casitas únicamente a comprar artesanía. Si quieres montarte en una totora por un recorrido de 2 minutos debes pagar de nuevo (la excusa es, que es típico).

La segunda isla es el colmo! No hay nada a aprender, nada a conocer, nada a compartir. Sólo varias mesas y toldos que venden comida para que te sientas obligado a consumir algo, pero imagínense: Quién va a a comer trucha a las 11 de la mañana en una isla que huele mal!!! Osea, … ese es todo el recorrido y si le dices al  “guía” para visitar la otra isla te dice que no, sin más explicaciones, si le dices que te pareció de mal gusto pasar una hora en una isla donde no deseas comer y que no viste nada interesante, te dice que no es su problema, ….. Nulo!!!!

Nos regresamos al terminal hartos de nuevo de la insolencia de esta gente que se ocupa del turista! El bus partió del terminal a la hora prevista y a pesar que nos dijeron antes de embarcar que había un problema en la frontera por “X” motivo que nadie entendió y que al parecer debíamos caminar una hora para llegar a Copacabana, Guillaume y yo estábamos FELICES de salir de Perú y tener optimismo en que ya las insolencias con el turista se quedarían atrás como un mal recuerdo al pasar la frontera.

Llegamos a la línea fronteriza casi a las 5, sellamos pasaportes rapidito (es súper tranquilo y ordenado), y luego de esperar más o menos 1 hora en el bus, el que por cierto estaba cargados de gringos (solo 5 latinos!) llegamos a Copacabana!!!! Bolivia!!!! Luego de encontrar posada, el paisaje de la playa que forma el Lago Titicaca del lado boliviano fue nuestro mejor regalo para culminar el día. 


EN FRANÇAIS:

Nous sommes partis de Cuzco avec nos sac-à-dos au début de l’après-midi, heureux de nous en aller de cette ville dans laquelle on a eu tant de prises de tête! Et en même temps heureux d’avoir visiter un endroit aussi magique que le Machu Picchu.

Direction le terminal de bus pour prendre le transport qui nous emmènera à la ville de Puno pendant un trajet de nuit. Nous sommes arrivés environ à 6h du matin le lendemain et tout de suite on commence à réfléchir á ce que l’on doit faire pour occuper la matinée car le bus pour aller à Copacabana – Bolivie part à 14h30.

La solution parfaite était de faire notre première visite au Lac Titicaca du côté péruvien, dont l’embarcadère se trouve juste à côté du terminal de bus de Puno. En plus de connaître le lac pour la première fois on aller visiter les célèbres îles flottantes d’Uros, dont ils font tant de publicité.
Pfffffffffff… Bon d’accord on a occupé la matinée mais ce qu’on a vu était bien moche et inintéressant. Puno, la ville, est horrible: rues en terre, bâtiments délabrés et rien á voir. Le lac sent super mauvais, type eau stagnante bien polluée comme c’est le cas, pas mal de déchets flottants dans l’eau et les fameuses iles d’Uros sont une arnaque totale !

On a choisi un mini tour pour 20 soles chacun, plus l’entrée au pont d’embarquement non comprise, qui devait nous permettre de visiter 3 îles et partager avec la communauté, voir la vie sur ces îles á part. Résultat : on en a vu que 2 et encore une fois ils se moquent du monde : une des 2 est un restaurant (génial á 11 heures du matin avec cette odeur en plus…) sur laquelle on ne voit donc rien de la vie des indiens et l’autre est une mise en scène grotesque avec 3 ou 4 habitations inhabitées et une rapide explication de la construction des îles, en espérant que le touriste ne soit pas suffisamment intelligent pour se rendre compte du bluff. Bref, rien vu de la véritable vie des indiens du lac Titicaca finalement…

Et le guide dans tout cela te répond que ce n’est pas son problème si tu ne veux pas manger et que tu n’as vu que 2 îles des 3 promises… Bravo ! Toujours aussi bien l’attention au touriste au Pérou…
On revient donc au terminal, de nouveau bien déçus de l’insolence de des personnes en charge du tourisme dans ce pays ! Le bus est parti á l’heure mais pour un problème incompréhensible il paraissait qu’á partir de la frontière il faudrait marcher á pied jusqu'à Copacabana, soit environ 8 km. On s’en fout on était contents de partir et plein d’espérance que ca se passerait mieux une fois la frontière passée.

Une fois au poste de frontière on fais tamponner les passeports sans aucun problème, on passe une heure á attendre dans le bus plein de « gringos » (5 latinos au total dans un buis de 50) la fin d’une manif apparemment et on rallie finalement Copacabana en bus ! Copacabana de Bolivia bien entendu, le Brésil sera pour plus tard.

Une fois l’auberge trouvée on admire la beauté du paysage de ce coté du lac, bien plus sauvage, naturel et propre : un beau cadeau pour terminer la journée et entamer notre visite de ce nouveau pays !

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