La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud de Marianella et Guillaume!

La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud
de Marianella & Guillaume!

samedi 30 avril 2011

BRASIL / BRESIL: Curitiba & Ilha do Mel (Isla de la Miel / Île du Miel)


EN ESPAÑOL:

Primeros pasos en el país “auriverde”, el país que nos motivó a iniciar este gran viaje por América el Sur. La primera ciudad que visitaremos será Curitiba luego de una noche completa de bus desde Puerto de Iguazú. Curitiba es una ciudad que sirve básicamente de puente para visitar otros destinos, como por ejemplo Florianópolis, Santa Catarina, Ilha do Mel, éste último destino escogido por nosotros.

La mañana que pasamos en Curitiba la dedicamos para visitar el conocido museo y  de exposiciones de Oscar Niemeyer, célebre aquitecto brasilero que ha sio el realizador de muchos de los monumentos de la capital del pais, Brasilia, al igual que en otros países en Europa como Francia. El edificio del museo es bien particular, se parece más bien a una hoja gigante de vidrio horizontal colocada sobre un pie, .... moderno si, extraño también !

De aquí nos fuimos a caminar por el centro de la ciudad, muy agradable para recorrer y visitar !

Entrando la tarde tomamos un bus para llegar hasta Pontal do Paraná (puerto de paraná) y de allí tomar un bote por un corto trayecto de 30 min que nos llevaría hasta Brasilia, OJO, la capital de la isla de miel ! jejeje Llegamos aquí  las 6 :30 p.m. ya todo oscuro, porque aqui en Brasil oscurece super temprano. No fue nada fácil encontrar el sitio dónde íbamos a pasar la noche, porque no hay un luz en las caminerías de la isla, además con el peso del morral y las raíces en el piso, .... Uf ! Gracias a la ayuda de 2 ó 3 personas super simpáticas, logramos llegar al camping, y colocar nuestra carpa 5 estrellas en un lugar idéal, pues el camping estaba sólo para nocotros dos ! (demás decir que fue un lugar excelente, suer equipado y confortable !)

Para entender por qué casi nada está iluminado en la isla hay que entender el contexto general del lugar: Ilha do Mel es una isla prohibida para la circulación de carros ya que el 90% de la superficie de la isla son reservas naturales protegidas. El 10% es la parte accesible para los turistas, constituida por 3 pueblos quizá de 500 habitantes cada uno y playas por todos lados,…. Un paraíso!

Como llegamos en temporada baja encontramos la isla súper tranquila y prácticamente sin turistas! Ya se imaginan la paz que había en la isla cierto? Es importante decirles que durante la temporada alta, sólo hasta 5000 personas con permitidas en la isla,… con espacios tan reducidos creo que la isla no se daría abasto!

Al día siguiente qué decirles la manera cómo aprovechamos nuestra visita en la isla! Todo estaba literalmente para nosotros 2! Empezamos la caminata por la parte más alta donde se encuentra situado el faro y así tener una vista global de toda la isla, siguiendo la línea de todas las playas del norte hasta la punta ubicada más hacia el oeste donde se encuentra el pueblo de las encantadas y las cavernas que llevan el mismo nombre. Debo decirles amigos que la caminata para pasar justamente de un extremo al otro es bastante dura, porque a falta de camino hay que pasar por encima de roca gigantes que golpea el mar, a veces se hace fácil porque están unas al lado de las otras, pero a veces teníamos que salta de roca en roca o lanzarnos en el agua y esquivar las olas que te empujaban hacia las rocas, … bueno, … digamos que fue otra de nuestras aventuras de la que salimos bien empapados de agua y yo con un par de moretones!    

Para regresarnos no hicimos lo mismo, sino que más bien tomamos una lancha que hace el transporte local entre una parte de la isla y la otra. Luego caminamos creo que por más de una hora hasta llegar a Fortaleza, uno de los 3 pueblos de la isla y en cuya punta final se encuentra un castillo (como el de Pampatar en Margarita más o menos) que sirvió de fortaleza para proteger a la isla de ataques portugueses, lindo a visitar y para tomar fotos, pero repleto de mosquitos que al caer la tarde se abalanzan sobre la carne fresca de los turistas,…  

La playa que lleva a esta fortaleza es larguiiiiiiiiiiiisima, quizá de unos 3 kilómetros ó más,… caminamos caminamos caminamos sobre una arena plana y durísima también, parecía realmente caminar sobre cemento, … cuando estuvimos de regreso en nuestra carpa estábamos extra cansados con la planta de los pies que no daba para más, pero como siempre súper contentos del paseo realizado y haber visto tantos paisajes bonitos!

Tan cansado estábamos que al día siguiente decidimos darnos un día de descanso bien merecido en la isla, antes de lanzarnos para la siguiente etapa: la ruidosa y “especial” ciudad de São Paulo.

En conclusión. La Ilha do Meu nos encantó!!!! Único detalle, las playas no tienen profundidad, es decir, son planas y poco profundas, te metes en el mar y caminas y aún tienes el agua bajo la cintura. Suponemos que este lugar paradisíaco que nosotros descubrimos debe cambiar por completo durante la temporada alta de vacaciones, dado los espacios reducidos, la calma y la limpieza quizá no reinan. Una vez más tuvimos suerte durante nuestro viaje de aventura!!! Un lugar maravilloso que merece ser visitado!

Hasta pronto amigos!!!

EN FRANCAIS :
Premiers pas dans le pays « auriverde » donc et pour première destination la ville de Curitiba après une nuit de bus. Curitiba n’est pas une destination immanquable et ce fut vraiment juste une étape pour nous permettre de nous rendre ensuite à l’île du Miel (Ilha do Mel) !

Nous passons donc la matinée á Curitiba, le temps de visiter le centre d’exposition/musée Oscar Niemeyer, célèbre architecte brésilien qui a notamment dessiné la plupart des monuments de la capitale Brasilia, et le centre-ville. Le bâtiment du musée est bien particulier, il ressemble un peu à une énorme feuille de verre horizontale sur un pied, et le centre-ville très agréable pour se ballader.

En début d’après-midi nous prenons donc à nouveu le bus pour se rendre jusqu’à Pontal do Parana et embarquer sur un bâteau pour un court trajet d’une demie heure nous menant à... Brasilia ! La capitale de l’île ! Nous posons les pieds sur le sable à 18h30 et à cette heure il fait déjà nuit noire au Brésil... Pas facile de trouver son chemin dans ces petites rues de sables pas éclairées du tout mais avec l’aide des 2, 3 personnes que nous rencontrons, super sympathiques, nous parvenons à nous rendre au camping le plus proche et poser notre maison 5 étoiles sous un abris car le tonnerre gronde...

Pour bien comprendre pourquoi rien n’est éclairé ou presque sur l’île de nuit il faut connaitre le contexete de ce lieu : l’Ilha do Mel est une île interdite aux voitures et dont plus de 90% de la surface sont des réserves naturelles protégées. La partie restante qui est donc la partie accessible, est constituée de 3 « villages » de grand maximum 500 habitants chacun et de plages... Comme nous sommes arrivés en saison basse nous avons trouvé une île avec la moitié des habitations désertes et sans aucun touriste ! Vous imaginez donc la tranquilité ! A siganler que la quantité de personnes sur l’île est limitée à 5000 personnes, heureusement car plus de personnes ne tiendraient pas sur l’île !

Après une nuit finalement tranquille, l’orage n’étant pas parvenu jusqu’à l’île, nous avons pu profiter au maximum de la tranquilité dont nous disposions avec une visite de toutes les plages désertes de l’île... Tout était reservé pour nous 2 ! Nous avons donc commencé par visiter la partie la plus haute où est situé le phare pour avoir un aperçu global de l’île, parcouru toutes les plages du Nord en passant d’une à l’autre par les rochers, nous baignant à l’occasion, jusqu’à arriver à la pointe la plus à l’Ouest où se trouve le « village » de Encantadas et la grotte du même nom. Retour en bâteau à Brasilia et on part de l’autre côté pour Fortaleza, le troisième « village » constitué peut être de 20 maisons et auberges au maximum, et où se trouve le fort qui servait à protéger l’île des assaults portugais.

La plage menant à ce fort est super longue, peut être 3 kms, sur du sable dur comme du goudron et on est donc arrivés à la tente bien fatigués d’avoir une nouvelle fois marcher toute la journée.

Le lendemain on décide de s’accorder un jour extra dans ce lieu si tranquille et ce sera donc un jour de repos total, sur la plage, pour bronzer et profiter du calme avant de se rendre dans la bruillante ville de São Paolo.

Pour conclure l’Ilha do Mel nous a donc enchanté ! Seul bémol les plages ne sont pas du tout inclinées et on marche dans l’eau longtemps sans pour autant avoir de l’eau plus haut qu’à hauteur des genoux... Il faut aussi signaler que lors de la haute-saison cette île doit être nettement moins paradisiaque car l’espace est très réduit mais dans les conditions où l’on s’y est rendus c’est un endroit à ne pas manquer !

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