ECUADOR / EQUATEUR: El volcan Cotopaxi – le volcan Cotopaxi

EN ESPAÑOL:

Salimos de Quito temprano en la mañana, era un día sábado. Tomamos el Troll hasta llegar al otro extremo de la ciudad para llegar al terminal Sur de buses que nos dejó atónitos. Literalmente con la boca abierta.

Parece un aeropuerto. Ambos pensamos en el aeropuerto de Barajas de Madrid. Es la versión mini - miniatura. El mismo estilo, los mismos colores…. Impresionante realmente! Una organización control, limpieza, orden, calma, Waoooo!!!! Repito, …. Diooooos cuando hay que tomar un bus en La Bandera!!!!!! Ay ay ay ay Un pobre gringo solito en La Bandera debe vivir su peor pesadilla, je je je

Salimos en nuestro bus rumbo al Cotopaxi y apenas dejas la ciudad atrás vuelven los bellos paisajes de la carretera, el verdor de los sembradios, y las ganas de seguir tomando fotos. Se divisa nuestro destino poco a poco a lo lejos, el Cotopaxi con una forma cónica casi perfecta, la nieve blanca y luminosa bajo los rayos del sol. Tres horas y media más tarde el bus nos lanza en plena carretera y claro, le preguntas al chofer y te dice:

-          Ahí siga, mismito no más.

Aquí no podemos quejarnos porque es realmente fácil. Todo está hecho para recepcionar a los gringos turistas que dejan botados del bus y demás personas que vienen a visitar el parque. En lo que cruzas la calle, 2 chicos van a tu rescate para proponerte el traslado hasta la entrada de parque y hasta el área de camping. Tuvimos suerte porque no habíamos comprado nada de comer para los próximos 2 días y el chamo del jeep nos llevó hasta una tiendita para comprar algunas cosas. Además que estando con él ganamos de parte y parte: le pagamos 10 dólares por persona para dejarnos en el área de camping a casi 20 km de la carretera y como él mismo bajo a comprar los boletos de entrada al parque pues pagamos sólo 2 dólares que es el precio que pagan los locales. Extranjeros costaba 10.

Obviamente que es un negocio ya cuadrado con las autoridades del parque, pero chévere, pagamos menos de lo que teníamos previsto.

 Nos dejó luego de 45 min en jeep en la zona de camping, mejor imposible! Instalamos la carpa frente a una súper vista al volcán que al día siguiente visitaríamos hasta el refugio ubicado al pie del glaciar.

El campamento se encuentra a 3800 metros y desde allí se empieza a sentir bien los efectos de la altura. Aprovechamos del hecho que llegamos temprano y aun hacia buen tiempo para salir a caminar un poco por los alrededores y aclimatarnos un poco. Cerca, hay una laguna pequeña donde supuestamente se puede ver de vez en cuando  un cóndor. Lo que vimos fueron varios conejos, caballos, vacas, un pájaro parecido a la gaviota y algunos colibrís. Apenas llegamos a la cima de un claro para poder ver un poco el paisaje y ya los efectos de la altura nos tenían mal. Ya sabíamos más o menos lo que nos esperaba la día siguiente.

Luego de una noche bien fría y pudiendo apenas dormir, vimos el amanecer espectacular y salimos temprano del campamento, listos y llenos de ánimos para atacar nuestro camino hasta el pie de la montaña, inicio de las nieves perpetuas a 4810 metros. Teníamos casi 1 año que no íbamos a la montaña a esta altura y más adelante nos dimos cuenta que pega fuerte, …..

Qué puedo contarles de esa mañana!!!!! Hicimos una caminata genial siempre con vista hacia el volcán que te llama, te llama, te grita que no te pares, que llegues a él, pero Waoooo…. !!!! Cuando empiezan las subidas bien empinadas en el terreno de arena, donde al poner el pie das un paso para adelante y medio para atrás, … Pfff! Hay que respirar profundo, concentrarse, seguir observando la montaña y pensar que estás allí y puedes y ya!, …. Dejarte llevar! Así llegamos! Exhaustos, reventados, con hambre y con sed pero súper emocionados por la suerte de estar allí y haber llegado a pie!

Al principio cuando sales del  área de camping, la vegetación es de corto tamaño pero muy verde, pero a medida que subes todo empieza a cambiar, el camino se vuelve arenoso, el verde desaparece y el viento es sumamente fuerte y frio.

Digo esto porque hasta el refugio hay una carretera. Un camino perfecto por el que te pasan los 4x4 por el lado, cargados de bicicletas. En el parqueadero luego ves a los gorditos, presumiendo su traje de lycra pegado al cuerpo y listos a lanzarse para llegar hasta abajo en bici. La verdad, y disculpen aquellos que me leen que no estén de acuerdo, pero no me parece que esto tenga algún mérito. A pesar que era domingo (día para hacer deportes, etc.) no vimos a ninguna otra persona ni caminando ni echando pichón para subir en bici ni nada, …. Era todo un show arriba en el estacionamiento, ver a los ciclistas desafiando el frio con sus lycras, lanzarse y por efecto de gravedad solo controlaban el manubrio de la bici, siquiera sin pedalear, … Bof! - Se reciben opiniones- 

Lo que nos encantó fue ver a un grupo de jóvenes europeos bajando con su equipo de escalada, al parecer hicieron cumbre esa mañana temprano. Demasiado fino la expresión de alegría que tenían en el rostro! Se contagia!

La subida hasta el refugio no fue fácil, sobre todo por la falta de oxigeno, pero al cabo de 4 horas y media lo logramos! Llegamos al refugio casi al mediodía, tomamos algunas fotos y nos metimos dentro para abrigarnos un poco, con la suerte que vendían chocolate caliente dentro! Qué dicha! Nos tomamos 2 cada uno, brindamos por el momento y almorzamos con lo que cada quien llevaba en su mochila. Guille estaba contento porque estábamos 3 metros más alto que el conocido Mont Blanc. Nos quedamos allí quizá una hora y emprendimos la bajada por otro camino diferente que disfrutamos tanto o más que durante la subida.

Lo bueno de ir a pie es que puedes decidir tú mismo por donde bajar, al fin de cuentas, todos los caminos te conducen a la carretera principal. De subida no pudimos improvisar tanto porque no sabíamos exactamente si nos podíamos equivocar y terminar en otro lado, pero bajando fuer genial, porque guiándote por la carretera puedes decidir hacia donde prefieres cortar el camino, y acercarte hacia cierto lado si deseas tomar una foto por ejemplo. Eso hicimos!!!!

Nos la tripeamos demasiado yéndonos hacia la grieta que baja del volcán que suponíamos forma parte de las tantas erupciones del Cotopaxi. Vean las fotos! Fue súper lindo! Pudimos ver águilas y otros pájaros y un degradado de colores preciosos que iban del marrón al rojo, del negro al amarillo, del violeta al naranja,….. Inolvidable! 

Luego de tres horas y media de caminata fotográfica, llegamos a nuestra carpita 3 o 4 minutos antes de una tormenta: Qué suerte tuvimos!!!! Empezó a llover fuerte y 10 minutos después estaba cayendo granizo. Bingo! – me dije. Tuvimos suerte por TRES razones: primero porque durante todo el día tuvimos un clima extraordinario, con sol y sin una sola gota de lluvia ni nieve, lo que nos permitió admirar el paisaje, estar tranquilos y tomar muchas fotos. Luego porque llegar a tiempo a la carpa nos permitió al menos esquivar la tormenta que se desató luego hasta bien entrada la noche. Tercero y último porque en el area de camping había un refugio 8una especie de cabaña) donde gracias a Dios pudimos meternos luego que nos diéramos cuenta que si no nos íbamos nos íbamos a mojar toda la noche.

La carpa colapsó con el granizo. No se rompió pero estaba completamente mojada por el piso y empezaba a filtrarse bien por el techo. Oh! Que no panda el cúnico! Recogimos todo rápido y nos mudados por completo al refugio. Durante la noche, secos, pero con un friiiiiiiiiiio, Uff tremendo!

 Al dia siguiente, nos levantamos, como siempre Guille primero que yo, con una vista que jamás olvidaré del Cotopaxi: todo despejado, mostrándonos su nieve brillante, modesto y amigo, deseándome Feliz Cumpleaños!

Recogimos todo, para nuestra sorpresa la carpa estaba seca e impecablemente limpia jajaja y empezamos nuestra caminata hasta la entrada del parque en la que tomariamos un bus hasta el pueblo de “Baños” nuestro próximo destino. Como andamos sin teléfono pues no podíamos llamar al chamo que nos dejó allá para que nos fuera a buscar y además pensábamos que los 40 min que se tardó el carro en llevarnos bien podíamos hacerlo a pie, …..   

Si Luis! Claaaaaro! Caminamos exactamente una hora y media y no estábamos cansados pero nos decíamos que ya teníamos que estar cerca además que el camino estaba casi siempre en bajada. Recibí mi segundo regalos de cumpleaños en ese momento: un camión que nos había visto antes caminando venía de vuelta y le hicimos señas para que nos diera la cola hasta la entrada de la carretera. Tuvimos suerte! El señor panísima nos dejó montarnos en la parte de atrás donde cogimos tierra hasta decir basta y llegamos todos blancos sacudiéndonos la ropa y el rostro. Luego de casi otra hora por fin la salida del parque (a pie no sé cuánto hubiésemos echado). El camión tenía un cartel gigante en letras blancas sobre fondo azul que decía: GRACIAS A DIOS.

EN FRANCAIS:

Départ de Quito le matin, on prend le Tram jusqu’à l’extrémité Sud de la ville pour arriver à un terminal de bus qui ressemble plus à un aéroport: quelle organisation et quelle différence avec les terminaux vénézuélines où n’importe quelle personne se sent complètement perdue à sa première visite dans un bbordel ambiant impressionant…

On embarque donc dans notre bus et on décolle tout en ayant déjà une vue sur les neiges éternelles du Cotopaxi, ça promet car déjà de cette distance il est impressionant, d’une forme conique presque parfaite!

3 heures 30 plus tard le bus nous jette à l’entrée du Parc National Cotopaxi. D’ici on prend une jeep avec un guide cool qui nous permet de payer l’entrée du Parc au tarif équatorien car dans ce pays tous les étrangers payent tout plus chers! En géneral le double et des fois plus comme dans ce cas: entrée pour les equatoriens 2$, entrée pour les étrangers 10$... Merci le guide!

Il nous laisse donc à la zone de camping après 18km de sentiers et on installe donc notre petite tente avec une vue superbe sur le volcan… Magnifique…

Le campement est situé à 3800 mètres et on commence déjà à bien sentir l’altitude. On profite de la fin de la journée pour marcher aux alentours, voir une lagune et quelques animaux: lapins, chevaux, colibris et des oiseaux paraissant à des mouettes faisant des bruits bizarres. Le terrain est loin d’être plat et l’air déjà bien plus rare, on sait donc qu’on va en gaver le lendemain ;-)

En effet après une nuit bien bien froide pendant laquelle on a dormi comme on pouvait on se lève à l’aube pour admirer le lever de soleil sur le volcan mais surtout inicier la marche jusqu’au refuge situé au point le plus haut avant les neiges éternelles du volcan, à 4810 mètres.

Une marche superbe avec le volcan se rapprochant de plus en plus, sa base pui son sommet, les autres volcans des environs apparant peu à peu à l’horizon,  la végétation qui change avec l’altitude, des aigles et d’autres oiseaux, des crevasses énormes qui s’apparentent plus à des canyons laissées pour preuve des dernières éruptions en date et dévoilant d’impressionantes couleurs rouges, noires et jaunes de pierres volcaniques.

Ce fut loin d’être facile, surtout du au manque d’oxygène et à la dernière partie sableuse mais au bout de 4h30 on arrive au refuge et on profite avec une bonne surprise d’un double chocolat chaud pour nous réchauffer: ça fait plaisir car il fait froid à cette hauteur, on est même plus haut de 3m que le sommet du Mont Blanc!

Ensuite descente par un chemin différent, ça va plus vite bien sûr mais avec les pauses photos on a quand même mis 3h30. On arrive à la tente vannés donc et en plus accompagnés d’une averse de grêle! On a eu une double chance énorme: D’abord parce que le temps a éte magnifique pendant toute la marche et qu’on a pu admirer le paysage dégagé avant la tempête, et ensuite parce que près de la tente il y avait une cabane dans laquelle on s’est réfugiés pour passer la nuit vu l’intensité de la pluie. Certes il faisait encore plus froid que dans la tente mais au moins on a dormi au sec!

Le lendemain Maria se réveille avec vue sur le volcan pour célébrer son anniversaire (pas mal!) et on retourne vers l’entrée du parc, après un peu plus d’une heure de marche quelqu’un nous a pris en stop et on a donc échappé à quelques 3 heures de marche minimum chargés comme des mulets, un grand merci à notre sauveur même  si on est arrivés tout blancs vu que le chemin était de terre et qu’on étaient a l’arrière de la jeep, pas grave!

Une fois sorti du parc on attrappe un bus direction Baños et ses eaux thermales histoire de laver tout ça...