Nuestra conclusión de Ecuador – Notre bilan sur l’Equateur

EN ESPAÑOL:

Hola!

Antes de lanzarme en nuestros relatos del nuevo país donde nos encontramos quisiera cerrar el capítulo anterior dejando una pequeña conclusión muy personal - por supuesto- , acerca de lo que nos pareció Ecuador a Guille y a mí en nuestra humilde estadía.

Ecuador nos fascinó con sus paisajes, uno más bello que el otro, es especial todas las vistas que puedes apreciar en carretera durante los trayectos de una ciudad a otra, de un pueblo a otro, siempre verde, siempre vistoso. La Avenida de los Volcanes bien vale su nombre! Yo creo que hubo un día en que un poeta enamorado y anonadado por lo que estaba viendo le dio este nombre. La vida en los pueblos típicos como Otavalo y Tambo (cerca de Ingapirca) bien merece el desvío y la visita del extranjero que se lleva un recuerdo imborrable en el corazón. Los lugares que nos cautivaron más fueron la Laguna de Cuicocha y el Volcán del Cotopaxi. Nos sentimos mínimos al lado de tanta grandeza, de tanta belleza natural, y al mismo tiempo privilegiados por estar allí disfrutando de ese gran regalo. Nada más estos dos lugares justifican la visita a este pequeño país donde los volcanes aparecieron por todos lados para dejarte sin voz al estar a sus pies. Todo esto, sin dejar a un lado que es un país “económico” (si te sabes mover bien) para hacer turismo.

 Por el contrario, a la ciudad de Quito no le vimos encanto. Es bonita, si, colonial, si, antigua, si, pero sin encanto. Le falta ese “algo” que tuvimos por ejemplo en Bogotá. El nivel de contaminación de los carros es terrible, desde que llegas al primer terminal hay un cambio que es difícil de explicar con palabras porque el olor es distinto, fuerte, hasta volverse insoportable. Quizá, no estoy muy segura, pero creemos que en Colombia las personas utilizan mas el gas para llenar sus vehículos que la gasolina puesto que es muy costosa y además de ello, en Ecuador se ven muchos, muchos vehículos viejos (como en Caracas) que circulan y que por consiguiente contaminan el ambiente. En Bogotá, Guille y yo llegamos a la conclusión, tan solo por lo que veíamos, que debe haber algún control técnico para los vehículos porque no había modelos viejos circulando, o por lo menos no vimos muchos.

Además de esto, hay algo en la gente que deja un poco que desear. Hay mucho turismo,…. Mucho, sobretodo en Otavalo, los volcanes, Quito, etc., pero a la gente local le falta también “algo” para ser más receptivos, simpáticos, menos indiferentes y sobretodo más precisos en sus explicaciones. Un poco más dispuestos a la clara y agradable comunicación. Eso es todo. Sin dejar a un lado que la gente escupe por todos lados y Pfff Qué desagradable! Para que no crean que exageramos pueden ver en las fotos, los carteles que pegan en todos sitios (cybers, restaurantes, busetas, terminales, etc. para que no lo hagan). Sin comentarios.

Guille y yo vamos a volver aquí! Ya vimos que llegar a Otavalo no es tan difícil saliendo por la frontera con Colombia desde San Cristóbal. Haces una parada en Bogotá y luego bajas a Otavalo apenas a 2 horas de la frontera. Bueno,….. Eso será para un futuro impreciso en el tiempo, pero seguro. De aquí a allá, si se animan se pueden venir con nosotros!!!!!

EN FRANCAIS:

Avant de continuer sur le Perou, une conclusión sur l’Equateur!

Ce qui nous a impressioné sont les paysages naturels formés par les volcans  et la vie selon les coutumes typiques aperçue dans les villages isolés où nous sommes passés. La lagune de Cuicocha et le Cotopaxi sont des sites incroyables qui justifient à eux seuls la visite de ce petit pays où les volcans ont poussé en masse  pour te laisser sans voix à leur pied. Le charme de villaje comme Otavalo est la cerise sur le gâteau pour finir d´être charmés.

Par contre les plus grandes villes ne nous ont pas particulièrement impressionées, les habitants des métropoles n’étant pas spécialement disposés à la communication ce qui rend tout de suite tout plus difficle. De plus la pollution est très très forte et les odeurs d’échappement difficiles à tolérer: on ne sait pas si ça tient à l’altitude ou au fait de l’essence utilisée…

Les routes sont dans un état impeccable et les trajets se font donc super rapidement, trop même vu la vitesse à laquelle roulent les bus!

Bref, on part de ce pays avec des souvenirs inoubliables des lieux qui nous ont frappes et auxquels on espère retourner un jour! Amateurs bienvenus!