EN ESPAÑOL:
Si lo debemos decir en poquitas palabras, diríamos:
“Un país único y encantador! Una muestra perfecta y maravillosa de América del Sur. Hay que ir gente! Hay que ir!”
Bolivia es un país pequeño y como la gran mayoría de los países latinoamericanos tiene problemas, unos más graves que otros empezando por el hecho que un gran porcentaje de su población basa su economía en la actividad minera. Desde que entras en la ciudad de La Paz hay una pobreza que es notoria, fácilmente palpable, una falta de organización evidente en la sociedad,… Sin embargo da la impresión que la población se acomoda y se las arregla de cierta manera porque es una ciudad que no para, quizá ese es el problema principal, nadie hace nada por remediar sino que las cosas se queden así hasta que exploten, añadiendo a esto la corrupción. Entre Bolivia y Venezuela de manera general encontramos muchas cosas que se parecen, ya habíamos contado antes en el mensaje de La Paz que las semejanzas entre Caracas y La Paz eran muy cercanas.
Bolivia es un país magnífico! Guillaume y yo tuvimos la suerte de visitar lugares maravillosos con paisajes sublimes que enamoran el alma, todos ellos superaron nuestras expectativas!!! En especial el Parque Nacional Torotoro y el Salar de Uyuni.
Algo que resulta ventajoso para Bolivia es el hecho que (como Venezuela) no es un país tan mediatizado a nivel turístico, lo que ocasiona afortunadamente que las actividades a realizar sean aún salvajes, aventureras, llenas de adrenalina, de emoción, de magia, de sorpresas, de cosas inesperadas que van más allá de lo que esperas. Los precios para el turista en Bolivia quedan accesibles a todos los bolsillos. Nosotros siempre vamos en una onda económica y gracias a ellos pudimos visitar muchos lugares. En Bolivia hay una posibilidad inmensa de visitar sitios que solo puedes descubrir si caminas, si te esfuerzas, si dejas que el espíritu de aventura guie tus pasos y no un minibús que te lleva y trae a todas partes (como en Perú por ejemplo). Hay lugares que son un poco más difíciles de acceder que otros, pero luego del esfuerzo la satisfacción es total.
Bolivia es sentirse en América del Sur, es descubrir un pueblo que trabaja duro, es toparse con campesinos y gente de la clase obrera por doquier en todas partes, gente que lucha y para los que la vida no es tan fácil, pero que no te saturan ni te persiguen para tomarte el dinero, sino que primero te saludan, hablan contigo y te preguntan qué quieres antes de decirte cuánto cuesta.
Debemos ser sinceros también y dejar claro que en muchas oportunidades el contacto con los bolivianos locales (fuera de La Paz) no fue tan fácil. La gran mayoría de la población se comunica principalmente en « Quechua » y al llegar nosotros con un español más estructurado las cosas a veces no son tan evidentes para comunicarse fácilmente. Si, parece mentira pero asi fue. Al punto que un día un viejito en una plaza me llamó « Gringuita » al preguntarle por qué me llamaba así siendo venezolana, fue claro : - Porque no hablas quechua mijita ! Anécdotas con ésto tenemos muchas pero ninguna de ellas desagradable, al contrario, a veces era gracioso darse cuenta que no te entienden y tratar de hacer las cosas y las palabras más simples para comprar pan (ya por fin encontramos pan canilla aqui !!!), para comer, para pedir algo !!!! En fin !
Nunca sentimos lo que sentimos en Perú. Ni por parte de las agencias de viaje embarcadoras porque en Bolivia todas nos respondieron el día y a la hora, ni por parte de la gente en general encargada del turismo. Hay un servicio que dar, el servicio lo recibimos bien y además de ello, acompañado de sonrisas o gestos sinceros para saber cómo te sientes, si te gusta el paisaje o si te gustó la comida, con intentos de conversación para saber de nosotros, saber qué hacíamos allí, preguntar por Chavez jejeje, … un trato más humano de gente a gente y no de gente a máquinas de sacar plata.
En la calle más de uno se paró para ayudarnos y decirnos pa’ dónde debíamos caminar, … cierro mis ojos y miles de caras con rasgos indígenas bien marcados se mezclan en mi mente, las « cholitas » que van y vienen con sus trenzas largas, sus bebés atadaos en la espalda, sus faldas y sus respectivos olores (algunos no tan buenos), los niños de la cordillera con sus cachetes redondos, rosados bien quemados por el sol, la gente en general, blanca, indígena, hablando en quechua o en español, gente única !
Bolivia nos encantaste como la magia, nos llamaste con tus sabores a la hora de la merienda para tomar Api con empanadas ; cada día fue intenso, original y único, días en los que medimos la suerte de estar allí. Gracias Bolivia, queremos volver y hablaremos bien de ti para que otros caminantes como nosotros vayan a descubrirte, conocerte y recordarte bonito por siempre !!!!!
EN FRANCAIS:
Si nous devions résumer en quelques mots, nous dirions : « Un pays unique et charmant ! Un parfait et merveilleux échantillon de l’Amérique du Sud. Il faut y aller ! Il faut y aller ! »
La Bolivie a ses problèmes il est vrai : pauvreté visible et manque d’organisation sont les plus marquants. Néanmoins la population semble s’en accommoder et c’est peut être le principal problème car personne ne fait rien pour y remédier, en ajoutant que la corruption ne facilite pas les choses. Plutôt ressemblant au Venezuela donc et la ville de La Paz ne nous fera pas dire le contraire car on s’est quasiment cru à Caracas, avec des bidonvilles plus nombreux il est vrai.
Mais la Bolivie est magnifique ! Nous avons vus des paysages sublimes qui ont dépassés toutes nos attentes, notamment les 2 parcs nationaux merveilleux de Torotoro et du Salar d’Uyuni. De plus comme ce pays n’est pas si médiatisé au niveau touristique le tourisme reste sauvage et donne la possibilité de découvrir les sites dans des conditions exceptionnelles, certes plus difficiles mais qui offrent une satisfaction et un plaisir beaucoup plus grands de découvrir les choses par soi même, ici aussi nous pouvons faire la comparaison avec le Venezuela où tu dois aller de toi-même visiter les choses pour en tirer une joie immense lorsque tu arrives enfin à un lieu merveilleux !
Aller en Bolivie c’est se sentir complètement en Amérique Latine, voire des gens qui travaillent beaucoup, très humbles et qui ne voit pas dans le touriste quelqu’un à qui soutirer l’argent. La première chose est toujours de saluer la personne et lui demander ce qu’il veut sans lui tenter de vendre n’importe quoi.
Il fut par contre certaines fois difficile de communiquer en dehors des grandes villes car les gens des campagnes parlent en Quechua et en parlant en espagnol plus élaboré nous n’étions parfois pas compris… À tel point qu’un vieillard de Torotoro a même dit à Maria qu’elle était « gringa », nom donné normalement aux touristes américains, tout simplement car elle ne parlait pas Quechua ! Autre manière de dire simplement qu’il ne nous comprenait pas ! Mais au final nous avons toujours réussi à obtenir le nécessaire, changeant nos phrases jusqu’à enfin trouver la bonne formule et se faire comprendre.
En général la gestion touristique est très humaine, certaines fois rudimentaire mais les boliviens vont toujours te demander si ça te plait, chercher à savoir un peu de toi et toujours tenter de répondre à tes questions. Les boliviens ne sont pas très bavards mais en général ils se sont révélés sympathiques et toujours prêts à nous aider.
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