BOLIVIA / BOLIVIE: Potosi y sus minas / Potosi et ses mines

EN ESPAÑOL:

Desde que llegamos a Potosí nos dimos cuenta que el ambiente y “el estilo” cambia radicalmente. Ahora estamos en pleno desierto en una ciudad típica minera, pobre y lamentablemente, sucia, con desperdicios volando por todas partes, bolsas plásticas de basura que van y vienen por los suelos,… en fin, otro ambiente que se percibe desde ya en lo que te vas acercando poco a poco a la ciudad. 

A Potosí se le entra por la parte minera, es decir, que no hay manera de “pelarse” este paisaje. En Venezuela pudiese ser una combinación entre El Callao y Km. 88 vía gran sabana (más o menos para que se hagan una idea),… 

Conseguimos un hotel súper rápido y a buen precio, basta decir que en Bolivia, el alojamiento no es costoso y puedes quedarte es un buen sitio por un precio bien bien solidario. Nos instalamos y salimos al ataque del centro de la ciudad para empezar a aprovechar el tiempo. El sitio más importante de la ciudad sin duda alguna es el famoso “Museo de la Moneda” (llamado también Casa de la Moneda). Para resumirles un poco acerca de su historia: Potosí fue en la época de la colonia una, o quizá, la ciudad MAS importante del mundo!, se imaginan, si! La más importante!!! Por qué? Gracias a la explotación minera de la plata tan grande que se llevaba a cabo en esta ciudad. Desde el momento del descubrimiento oficial por los españoles de la existencia de plata en la región, las reservas de plata eran TAN grandes, que se dice que pudo haberse construido un puente completamente de plata para unir los continentes,… los gastos de la corona española eran tan exorbitantes que todo el financiamiento provenía de estas riquezas, y si los barcos que salían de Potosí cargados de plata no llegaban a puerto español en las fechas determinadas (bien sea por ataques de piratas, hundimientos en alta mar, etc.) la economía de España caía inmediatamente en la bancarrota, …todas las monedas que se emitían en aquella época eran realizadas en la ciudad de Potosí con el sello español por supuesto, hechas en plata maciza. Tuvimos la suerte de ver varias de las máquinas de la época con las cuales se fabricaban estas monedas,…. Wao! Algo alucinante, imaginarse cómo 4 mulas que se encontraban en un patio en un piso de abajo, azotadas y alimentadas por un esclavo, jalaban una polea gigante de madera que llegaba al primer piso la cual le servía a los otros esclavos para poder aplanar la plata que se llevaba en bloques, para trasformarla a fuerza del trabajo de mulas y de martillazos en unas láminas finas y maleables para poder fabricar las monedas. 

Vean las fotos, esperemos que las imágenes sean claras para poder compartir con ustedes estas situaciones del pasado.   

La visita guiada es obligatoria pero no es muy interesante, sobretodo porque la guía parecía estar apurada y ansiosa para terminar la visita desde que comenzó, …no tuvimos mucha información acerca de cada cosa, pero leímos las carteleras informativas para aprender más acerca de la historia de esta casa tan importante que en un momento también fungió como cárcel.

Para información general, hoy en día, las monedas bolivianas son realizadas en Chile. Desde el momento de la decadencia y caída de la época de luz de la ciudad de Potosí, más nunca se volvieron a fabricar allí, ¿por cuáles motivos?: primero que se acabó la plata, segundo que las monedas actuales son de níquel y Bolivia no tiene níquel. 

El edificio de la Casa de la moneda se caracteriza por tener en la entrada principal una figura un poco extraña, un poco grotesca, (la pueden ver en las fotos), que no tiene nombre y no se sabe por qué un buen día un pintor francés decidió pintarla justo allí. Se dice que posiblemente es la representación del Dios Baco (Dios del vino) o quizás una burla para la figura del rey de España en aquella época,… el detalle es que hoy en día, esa figura es el emblema de la ciudad de Potosí.

En nuestro segundo día en la ciudad, salimos temprano para visitar una mina aún en actividad. Habíamos leído muchísimo acerca de estas visitas, se dice que si no visitas una mina no visitas realmente Potosí, sobretodo porque dentro de ellas se pueden ver los mineros en plena acción, … bueno, fuimos, pero debemos decirles que la visita es dura… !

Fuimos en camión porque había huelga de transportes en Bolivia. Eramos alrededor de 30 personas, creo que sólo habían 2 jóvenes bolivianos en el grupo, el resto, puros extranjeros, …

Nos llevan cerca del “Cerro Rico” a una bodega donde nos vestimos con pantalón, blusa impermeable, caso y linterna y botas altas de caucho. Salimos en fila india y creo que nunca me sentí más ridícula en mi vida L Nos hacen caminar unas 3 cuadras vestidos así hasta el mercado de los mineros para que compremos hojas de coca, gaseosas o bien alcohol para obsequiarles a los trabajadores que encontremos dentro de la mina durante nuestra visita, … los mineros que nos ven se ríen, nos llaman gringos, se burlan sanamente pero al final, se burlan, de los gringos que van a trabajar duro dentro de la mina y sacar mucha plata.

… y tienen razón, …

Regresamos de nuevo a la bodega dónde nos vestimos para montarnos de nuevo en el camión que nos dejará en el pie del Cerro Rico, para visitar la mina llamada “El Rosario”. (no entiendo por qué nos pidieron que nos vistiésemos antes de ir al mercado, pero bueno, … ni modo)

Entramos a la mina y desde el inicio se siente un ambiente bien distinto. Obviamente que es todo cerrado en espacios bien reducidos. Guille y yo teníamos que caminar casi siempre agachados y lo peor es que no habían botas de caucho de su número (le dieron 45 en lugar de 48) y el pobre tuvo que caminar con esas botas todas apretadas y además agachado, … Puf!

Las condiciones de trabajo son literalmente: arcaicas. Bien decía en al guía de viajes que no habían cambiado mucho desde la época de la colonia o por lo menos de los años ’50. Personalmente lo que más me chocó (me impactó) fue ver chamos de 14, 15, 16 años dentro trabajando, como hombres, mascando coca, como hombres, empujando los vagones, como hombres, .. viviendo, como hombres.

Los jóvenes continúan como en aquellos tiempos, a trabajar en lugares lúgubres, sin aire, con vapores tóxicos de todo género, con un calor tremendo en algunos sectores, empujando vagones que datan de quién sabe qué siglo, y lo peor es que todos saben que ellos no deben estar allí, pero nadie hace nada por remediarlo ni nadie les prohíbe de entrar y trabajar. Cuando nos topamos con un chamo de 12 o 13 años que andaba con otros mayores, creo que sentí más desesperación en querer ayudarlo que en salir alli por la falta de aire y el polvo que se levantaba a cada rato. La estadística de vida de estas personas no es muy larga, nuestro guía nos informó que un minero no pasa de los 50 años. En su caso, él empezó cuando tenía 12 años, impulsado por la falta de padre y las necesidades en su hogar, pero tuvo un accidente del cual no sabe cómo se salvó y durante el tiempo de recuperación, decidió terminar sus estudios, contó con la ayuda de su familia, y ahora se dedica sólo a llevar turistas a la mina y tratar de sacar a sus colegas más próximos de ese mundo y motivarlos por otras cosas. Él mismo nos dijo que no es fácil, ni entrar en ese mundo, ni tampoco salir, porque entras por necesidad, entras porque se obtiene el dinero relativamente fácil, pero cuando sales a buscar empleo en otra parte, nadie te quiere, y entonces,…vuelves.

Es dura esta visita. Es interesante a su vez porque vez de cerca una manera de vida que todos sabemos que existe pero que nunca se nos ocurriría acercarnos a ella.

Al salir de la mina acalorado y un poco asfixiado, tienes entonces 2 sentimientos mezclados: una gran impresión por todos estos hombres que tienen una valentía tremenda en meterse en las minas durante días y ganarse la vida así, y la otra, en la obstinación de los mismos en no organizarse y cambiar las condiciones de trabajo en la que se encuentran actualmente ofreciéndose una muerte pronta y segura; obstinación que viene del puro machismo solo para demostrar que son hombres de verdad, capaces de hacerlo, dejando detrás de ellos, viudas y muchachitos que quizás tendrán el mismo porvenir.

La gran mayoría de los mineros están organizados en “cooperativas”, en el que cada minero es independiente, dueño absoluto de lo que encuentre. La única condición de la cooperativa, es descontarle al minero, el 12% del valor total de lo que encuentre, para crear un fondo común para la jubilación y enfermedad de ellos o sus familiares. Esta fue la información del guía pero no sabemos si realmente este sistema funciona bien.

El resto del tiempo que nos quedó en Sucre, Guille fue al barbero para que le "redujera" la barba.  No sé cuántas veces el barbero nos preguntó lo que queríamos y cuántas veces le respondimos lo mismo, reducir, no afeitar. Ok muy bien, pues como si no hubiese escuchado nada, agarró la máquina y Raasssss!!! Afeitado total. Menos mal que hablamos el mismo idioma, ... la cara de Guillaume cuando salió .. un poema!

El resto de la tarde lo dedicamos a conseguirnos un boleto de bus para continuar el día siguiente a las 11 a.m. hacia nuestro próximo destino: Uyuni, donde visitaremos el famoso Salar de Uyuni. Un lugar mágico que nos deparará muchas sorpresas!!! 

EN FRANCAIS:

A notre arrivée à Potosi le décor change complètement ! Nous sommes en plein désert dans une ville de mineur typique, très pauvre et aussi très sale, des déchets volant partout à partir du moment où l’on approche de la ville…

Nous trouvons un hôtel facilement très proche du centre et nous partons à l’assaut du centre-ville. Le monument le plus important de la ville est la maison de la Monnaie. En effet Potosi fut lors de l’époque coloniale une des ou sinon la ville la plus important du monde ! Les réserves en argent étaient telles que si les bâteaux venant de Potosi n’arrivaient pas en Espagne pour n’importe quel motif l’Espagne était en faillite… Toutes les monnaies étaient donc frappées à Potosi car réalisée en argent à cette époque.

La visite guidée du musée n’est pas si intéressante que ça surtout parce que la guide semblait pressée de finir sa journée et l’a pas mal bâclée, passant on ne peut plus rapidement sur chaque chose… Pour info les monnaies de Bolivie sont maintenant réalisées au Chili car elles sont à base de nickel, minéral inexistant en Bolivie et plus rien n’est donc fabriqué dans cet édifice imposant dont l’entrée est marquée par une figure bizarre, emblème de la ville.

Le lendemain nous partons pour une visite des mines car il est dit que si on ne visite pas les mines on ne connait pas Potosi. Nous nous y rendons en camion, de nouveau !, car les bus sont en grève… décidément on y prendrait presque goût !

On enfile une combinaison, un casque et des bottes et c’est parti ! La visite fut impressionnantes pour les conditions de travail rencontrées : archaïque ! Tous les hommes, et enfants !, du village travaillent ici mais les conditions sont les mêmes que dans les années 50 apparemment et personne ne fait rien… Les enfants continuent de travailler dans ces endroits lugubres, sans air, avec des vapeurs toxiques de tout genre, par une chaleur horrible, poussant des chariots d’un autre temps et tout le monde le sait ici mais personne ne leur interdit l’entrée ! On a croisé des gamins de 12 ans là dedans qui savent déjà qu’ils ne vont pas vivre très longtemps mais qui le font pour avoir la chance de tomber peut être sur un filon qui peut les rendre riches en un instant… 

Triste donc…

En sortant il y 2 impressions qui se mélangent : on est certes impressionnés par le courage de ces hommes qui font ceci car il n’y a pas d’autres moyens de ramener de l’argent mais aussi par l’obstination qu’ils ont à continuer dans ces conditions sans rien vouloir changer et s’offrant une mort certaine avant l’âge par pur machisme, pour montrer que si ils sont capables de le faire et que ce sont de vrais hommes, laissant derrière eux veuves et gamins qui devront eux aussi travailler dans cet enfer.

Le reste de la journée nous le consacrons à trouver un ticket de bus pour Uyuni, notre prochaine destination et nous parvenons à trouver un billet pour le lendemain 11h : nous allons voir le Salar d’Uyuni, cet endroit qui parait si fabuleux !