EN ESPAÑOL:
Salimos del norte de Argentina, pasamos a Chile. El viaje lo aprovecharemos más de esta manera. No sabemos nada de este país, ni a nivel cultural, ni nada acerca de los paisajes,… definitivamente todo lo que haremos lo iremos descubriendo a medida que avancemos en nuestro viaje. Qué mejor que comenzar por su gran capital: Santiago de Chile!
En la oficina de inmigración (para pasar de Argentina a Chile) como siempre, a Guillaume le ponen el sello en su pasaporte sin decir ni pío, y a mí que voy justo detrás de él, me hacen al menos 10 preguntas y peor la última de ellas: ¿Qué vienes a hacer en Chile? – Qué te importaaaaaaaa!!!!! Ponme el sello ya pajúo! (era lo que me provocaba decirle pero,…) en fin, paciencia, aquí estamos! En la aduana de la frontera revisan meticulosamente el equipaje para nuestra sorpresa no por el tráfico de drogas sino más que todo por el paso de frutas y productos frescos, … si! Un poco absurdo no? Es decir, que si tienes una manzana, un sándwich o “algo” que fuese fresco en tu bolso, puedes olvidarlo porque va directo a la basura. Y adivinen a quien le revisaron el morral, a miiii! Siiii! Chévereeee! Yupiiiii! Como siempre yoooo!!! Me preguntaron por qué tenía paquetes de sopas, pastas, arroz abiertos y mi cara fue un poema, le dije muy educadamente que mi esposo y yo somos mochileros, estamos viajando desde hace tiempo y que lo que nos sobra lo guardamos, no lo botamos,…
El bus nos dejó en el terminal de Santiago. Un sitio bien agradable para ser terminal con muy buenas instalaciones. Afortunadamente por el sitio web de CouchSurfing.com (un sitio web donde puedes contactar a personas de otros países para alojarte en su casa y ellos cuando viajen llegan a la tuya), conocimos a Andrés y a Cecilia que nos acogieron excelentemente en su hogar y además de eso, nos dieron muchísima información, súper práctica e interesante para aprovechar bien nuestros días en la ciudad. Esto nos ayudó muchísimo en nuestro presupuesto, porque en Chile los precios son un poco “más” caros que en Argentina (que ya es bien cara) y bueno, eso nos permitió de alivianar un poco el gasto del alojamiento en Santiago que seguramente es bien costoso. Andrés y Cecilia son dos personas súper simpáticas, nos ayudaron mucho dándonos también información acerca de Valparaíso y Viña (visitas que haríamos más adelante) y tuvimos de verdad la suerte de compartir un poco con dos personas locales de manera más directa. Mil Gracias!!!!!!
Primera gran impresión de Santiago: dónde estoy? Estoy en Europa o qué? Salimos del terminal de bus y nos montamos en el metro! YES!!! Más de 2 meses sin poner un pie en un metro, ninguno de los países que visitamos antes tiene metro en sus capitales. Salimos en la estación Los Leones para conseguirnos con Andrés y nos vimos de repente en una calle que no tiene nada que envidiarle a una calle parisina, llena de boutiques chic, cafés, salón de té, restaurantes, calle peatonal, y caminando un poco más llegamos al trabajo de Andrés, otra zona súper elegante (muy parecido a La Defensa de Paris) dónde Guille y yo parecíamos 2 loquitos con nuestros morrales jajajaja
(Se recuerdan de Perolito y Escarlata de Radio Rochela?, díganme que sí por favor!!! … bueno, más o menos, Guille y yo) jejejeje
Conocimos a Andrés, simpatizamos de inmediato los tres, y nos llevó a su casa a instalarnos y conocimos a Cecilia. Aprovechamos esa noche para ir a tomar un trago, el famoso “Pisco sour” (ellos pronuncian piscosawer – la W como en inglés), un cóctel preparado con pisco (aguardiente), jugo de limón, azúcar blanca, clara de huevo y hielo picado.
Al día siguiente caminamos todo el día, extenuados al final pero con la cabeza llena de bellos recuerdos de lugares muy hermosos. Pasearse por la ciudad es muy agradable, claro está que ese lado « típico » que puede encontrarse en Ecuador, en Perú, en Bolivia no existe. Nadie está vestido diferente, nadie habla diferente, … todo se asemeja mucho a Europa. El estilo de las construcciones de la ciudad, el frío, la organización, … ni mejor ni peor, sólo diferente del resto de América del Sur, muy parecido a una ciudad cualquiera de Europa.
Este cambio se nota desde que entras a Argentina en realidad. Ya todo es digamos « diferente », OJO no necesariamente mejor.
En este primer día de visita, fuimos a la parte más antigua de la ciudad « Los Dominicos ». Las casas no son exactamente de la fecha de la fundación de la ciudad pero visto todos los terremotos que ha habido en Santiago, es fácil comprender que las casas han sido restauradas una y otra vez. En esta zona hay una pequeña iglesia, y un mercado permanente de artesanos ubicado en la misma zona en la que Inés de Suárez, compañera leal de Pedro de Valdivia (español fundador de Santiago de Chile) tuvo su casa. Si les puedo dar un buen consejo amigos, léanse el libro “Inés del Alma mía” de Isabel Allende. Es una novela maravillosa que explica muy bien el origen, la fundación de Chile, de Santiago de Chile y todos los enfrentamientos que hubo entre los indígenas locales y los españoles. Es un libro excelente. Guillaume y yo lo leímos mucho antes de hacer este viaje y fue maravilloso poder ver directamente en nuestra visita por la ciudad de Santiago, muchos detalles y piezas auténticas de aquella época.
Luego subimos a pie al cerro San Cristóbal, para evitar pagar el teleférico (ahorrar es nuestro lema jejeje), y de allí tuvimos una vista completa de toda la ciudad de Santiago. Es increíble la nube de contaminación que envuelve la ciudad. En la cumbre del cerro, la estatua de una virgen protege la ciudad.
Justo al lado de la entrada del cerro se encuentra una de las 3 casas de Pablo Neruda, llamada “La Chascona”: Fue aquí donde el poeta vivió sus últimos días al lado de su tercera esposa Matilde que según él siempre estaba despeinada y a quien también llamada “la chascona”. Penetrar en este espacio es algo increíble,… el mundo de Pablo Neruda tenía un significado muy especial, muy diferente al resto de la gente. Él veía y apreciaba las cosas a su manera, de un modo muy particular. Como buen amante del mar deseaba que su casa se asemejara lo más posible a un barco. Esta casa no se parece a ninguna otra, la cantidad de objetos de todos los colores que hay aquí en enorme! Primero que nada él no se consideraba un “coleccionista” sino más bien un “cosista” porque todo lo que le gustaba lo tomaba para él. Por ello, la mayor parte de objetos que hay en la casa no poseen valor económico sino más bien sentimental a los cuales, él junto con sus amigos les inventaba una historia acerca de su pasado, etc. Una visita bien original! Un gran recuerdo!
Nos fuimos luego al centro de la ciudad para visitar el casco histórico: Palacio de Bellas Artes (es la mera réplica del Pequeño Palacio de Paris en el exterior y al Gran Palacio de Paris en el interior). Muy bonito! Terminamos nuestro día visitando el parque forestal, la plaza de armas, y la plaza principal de la ciudad. Fuimos al cine esa noche, vimos el “Cisne Negro”, excelente película.
Segundo día, otro largo día de caminata en la ciudad!!! Primera etapa el jardín japonés el cual nos decepcionará en menos de 3 minutos porque es mínimo, no es muy bonito, pero para allegar allí hay que caminar muchiiiiiisimo bajo el sol! De allí nos fuimos a almorzar al mercado central de Santiago, que no tiene nada de popular y esto también nos decepcionaría un poco, comimos rico es verdad, pero el ambiente no es nada típico, más bien está todo enmarcado para el turista, con gente que toca música al lado de la mesa, con mesas vestidas con manteles chic, con menús bien costosos, .. bueno, el ambiente cambia bastante a los mercados que habíamos visitado en otros países y en los que comíamos tan barato jejeje!
Pedimos los platos más económicos de la carta. En general la comida chilena no nos enamoró. No encontramos algo que realmente nos atrapara con su sabor único. Comen mucho pescado pero la preparación es igual a la que conocemos. Las empanadas son secas y con poco gusto. No hay comparación con las salteñas de Bolivia o con las empanadas ricas de Venezuela !!!
Una visita que nos impresionó mucho este día, fue la del “Museo Histórico” de la ciudad, que muestra y explica toda la historia de la ciudad desde la época en la que los indígenas ocupaban las tierras, la conquista por parte de los españoles y sus consecuencias, hasta la caída del poder del presidente Salvador Allende y el golpe de estado de Pinochet en 1971. Cantidades de objetos, de obras, de mapas, de cuadros, y una cantidad increíble de explicación para tener el recuerdo de una visita super enriquecedora. Lástima que no se podían tomar fotografías ! Una sola cosa a lamentar, acerca del período luego del golpe de estado de Pinochet no hay ninguna información expuesta. Nos quedamos con las ganas de aprender más acerca de la historia.
Las otras visitas que realizamos durante el día, fueron la Catedral, el Palacio de la Moneda que es a su vez la casa presidencial (la cual vimos desde fuera) y delante de la cual ondea una inmensa bandera chilena. La vista del “Museo Precolombino” fue interesantísima. Creo que lo más que nos sorprendió fue encontrar piezas originales de todas las culturas de América del Sur, algunos países de América Central y México, sobretodo muchas piezas diversas de la cultura boliviana de “Tiwanako” porque cuando estuvimos en Bolivia en el museo de ese lugar precisamente habían apenas un par de piezas intactos porque el resto eran solo pedazos hallados en las excavaciones,…? Estas piezas están en Chile y en Bolivia no hay nada! Qué interrogación? Damos por sobreentendido que en este museo estas piezas están quizás mejor resguardadas que en Bolivia porque realmente las instalaciones son impecables, pero qué lástima que sea así, porque si un turista por casualidad visita Tiwanaco en Bolivia y no visita Santiago, no ve nada!
Terminamos nuestro día extenuados frente a un buen cóctel típico chileno llamado “Terremoto”, que Gaby mi vecina de Caracas nos recomendó! Es una mezcla fuerte de Pisco, helado de mantecado, jugo de piña fermentado, clara de huevo y azúcar blanca,… Mmmm! Un poco extraño en el primer sorbo, pero luego el trago pasa por si sólo! Bien rico! Otro por favor!
En conclusion, la arquitectura de Santiago no nos sorprendió mucho porque ya habíamos visto este mismo estilo en Europa. Suponemos que para alguien que no conozca aún Europa y visita Santiago Waooo ! relamente es deslumbrante porque no se parece en nada ni a Caracas, ni a Bogotá, ni a Quito, ni a Lima y, ni a La Paz, ni a las ciudades del norte de Argentina … como dije antes, no es mejor ni peor, solo diferente.
Lo que nos encantó de Santiago fue la cultura que se siente en la gente, que se siente en el ambiente. Además de ello es una ciudad que no para ! Hay una agitación continua en la calle desde que amanece hasta que empieza el día siguiente, porque inclusive de noche inclusive hasta altas horas, hay gente compartiendo, tomando un trago en los cafés en las aceras de las calles, en restaurantes, en tascas, en bares que hay por todas partes, no sólo concentrados en los centros comerciales como ocurre en Caracas por ejemplo, que la ciudad está desierta pasadas las 9 o 10 de la noche.
Afortunadamente en Santiago no hay la ley de la siesta como en Argentina ! Uf ! ,Menos mal ! Aprovechamos al máximo nuestra visita y nos llevamos el mejor de los recuerdos ! Caro, muy caro, … realmente caro ! Ay ! nos duele el bolsillo !, pero bonito !
EN FRANCAIS:
Nous sommes donc au Chili ! Nous ne connaissons rien de ce pays que ce soit niveau culturel ou même au niveau des paysages… Raison de plus pour le découvrir et pour cela rien de mieux que commencer par sa capitale, la grande Santiago du Chili !
Le passage de la frontière s’est bien passé même si au Chili on ne cherche pas vraiment à intercepter la drogue mais surtout les fruits et les produits frais… Pourquoi ? On ne sait pas trop mais c’est peut être pour le prix car ici nous allons vite nous rendre compte que tout (sauf les transports il faut l’avouer) est encore plus cher qu’en Argentine !
Heureusement grâce au principe intéressant du site internet CouchSurfing (site de logement chez l’habitant en échange d’héberger d’autres touristes chez toi également) nous avons pu nous loger chez Andrés et Cecilia qui nous ont super bien accueillis et nous ont donné un sacré coup de main pour le budget donc mais en plus de très bonnes infos pour visiter la ville puis Valparaiso. Encore un grand merci !
Première impression de Santiago : nous sommes en Europe ! Nous sortons du terminal, passons une rue type rue de Rivoli plein de boutiques et nous prenons le métro (Enfin un métro, le premier que l’on rencontre !) pour atterrir dans un quartier d’affaires plein de tours type La Défense… Quel changement !
Se balader dans la ville est donc agréable même si pour le côté typique on repassera… Le premier jour nous nous rendons dans la partie la plus ancienne de la ville, Los Dominicos. Pas vraiment les maisons datant de la fondation de la villes que l’on pensait trouver mais on comprend vite que c’est normal vu les multiples tremblements de terre qu’a subi cette zone. Néanmoins nous découvrons une petite église et un marché artisanal sur la zone de la maison originale de Ines de Suarez, compagne héroïque de Pedro de Valdivia, l’espagnol fondateur de la ville.
Ensuite nous montons au Cerro San Cristobal, à pied bien sûr, pas de téléphérique pour nous, une bute de laquelle s’apprécie un point de vue de la gigantesque mégalopole et surtout à vrai dire son nuage de pollution… Le temps avait beau être dégagé une brume recouvrait la ville. En haut une grande statue de vierge protège la ville.
Nous redescendons et nous nous rendons à La Chascona, une des 3 maisons de Pablo Neruda dans le pays. Le poète chilien y a vécu ses derniers jours en compagnie de sa troisième femme qui est à l’origine du nom de la maison car « La Chascona » signifit en effet la « décoiffée » ou la « mal peignée », sa femme avait en effet de longs cheveux bouclés. Pénétrer dans le monde de l’artiste est enchanteur car entre l’architecture, la disposition des pièces (Neruda, en amoureux de la mer, voulait que l’on se sente dans un bateau) et tous les objets insolites ce lieu ne ressemble à aucun autre ! Incroyable le nombre d’objets de toutes sortes collectionnés : le poète se définissait d’ailleurs non pas comme un « collectionista » (collectionneur) mais comme un « cosista » (chosiste) car la plupart de ces objets n’ont pas de valeur sinon qu’il s’agit de choses à valeur sentimentale ou auxquelles il avait attribué leur propre histoire. Un grand souvenir !
Ensuite nous arrivons au centre ville historique où nous découvrons le Palais des Beaux Arts, construit sur le modèle du Petit Palais de Paris pour l’extérieur et du Grand Palais pour l’intérieur. Pas mal du tout. Nous finissons notre journée bien remplie par le Parc Forestal et la Place d’Armes, la place principale de la ville.
Le lendemain on remet ça, autre longue journée de marche dans Santiago ! Première étape, le jardin japonais… très petit et vu qu’on a marché plus d’une heure sous la chaleur pour y arriver on sera bien déçus après avoir fait le tour en moins de 3 minutes !
Nous nous rendons alors au centre à pied et déjeunons au marché qui malheureusement n’a rien de populaire comme on l’imaginait sinon qu’il a tout du touristique… Nous mangerons donc les plats les moins chers disponibles. A signaler que la nourriture au Chili ne nous a pas enchantés. Des « empanadas » très sèches (on veut une « empanada » vénézuélienne ou une délicieuse « salteña » bolivienne !), pas de vraiment de plats typiques et rien de spécial sinon les fruits de mer et les poissons mais ceci se trouve ailleurs aussi.
Une visite qui nous marquera ce jour là sera celle du musée historique de la ville qui retrace toute l’histoire de la ville de l’époque où des indiens occupaient les lieux jusqu’à la chute d’Allende lors du coup d’état de Pinochet. Des tonnes d’objets et d’œuvres, des tas d’explications et une visite donc on ne peut plus enrichissante ! Un seul regret que la période de Pinochet et la suite ne soit pas traitée.
Les autres visites de la journée seront la cathédrale, le « Palacio de la Moneda » qui est la maison présidentielle devant laquelle flotte un immense drapeau, et le musée précolombien où l’on sera très étonnés de trouver des pièces de toutes les cultures d’Amérique du Sud et notamment des pièces inestimables de la culture « Tiwanako » alors que sur le site archéologique de Bolivie que l’on a visité et où vivaient ces indiens on ne peut voir aucune pièce intacte sinon des restes ou des morceaux… Ces pièces sont donc au Chili, en partie bien sûr, et la Bolivie n’a rien.. Certes le musée est vraiment très bien maintenu et les pièces sont dans un cadre parfait pour leur conservation mais c’est quand même dommage que la Bolivie n’ait rien.
Nous terminerons la journée par un cocktail que nous avait recommandé Gabriela notre voisine de Caracas avant notre départ : le « terremoto » soit le « tremblement de terre » ! Un mélange étonnant de Pisco (Fernet), glace de vanille, jus d’ananas fermenté, œufs et sucre… bizarre à la première gorgée mais très bon ensuite !
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